Estamos al día en cuanto a Cumbres se refiere, hemos visto las Cumbres de Río, la O.N.U, la O.E.A., el Clima, el Milenio, la Democracia, los Derechos Humanos, la Pobreza, El hambre, los Cambios Climáticos, los G 8, los G 20, la Cumbre de la Tierra y otras que nos hacer vivir de cumbre en cumbre. El mundo sigue igual o peor.
Los gobernantes aprietan sus manos y meditan sobre lo oído y dicho, en estas costosas cumbres que no tienen solución ni resolutivo.
Hablan de construir gobiernos regionales, de crear fondos de créditos, mitigar el hambre, la pobreza, de transformar el mundo bipolar, muchos proyectos económicos, políticos y crediticios: peor no dicen nada de salvar al planeta tierra. Vemos el triste y grave problema ambiental, destrozo de glaciales, la subida del mar, los cambios climáticos, la contaminación del agua, el aire, alimentos y salud, la sequía, escasez de alimentos, destrozos de bosques, vegetación, fauna y flora, monocultivos y otros más; vemos como la inconciencia del hombre con el planeta. No le importa para nada la destrucción del gran albergue mundial.
Si un día dejan de hacer foros, intercambios, congresos, cumbres y otros y se dedican de corazón a resolver los problemas de cada uno por su gente y su región, creo que se verá más efecto y provecho sin gastar millardos en estos eventos que se quedan en la cumbre y no llegan al pueblo, por lo alto.
En el 2012 se hará el tratado de Kyoto y ahí cada país se sacará los trapos al sol por no haber hecho nada en lo antes tratado.
En la cumbre económica mundial se trató sobre la falta de recursos en los pueblos asistentes y hoy vivimos en carne propia la crisis financiera. La Alianza Hemisférica para un mundo turbulento no ha hecho nada, porque lo que nos esperan son tiempos oscuros. El cambio climático no se resuelve en las Cumbres, porque hay poderes involucrados en estos perversos ensayos. La violencia está arrasando con la vida en el mundo y, ¿quién se atreve a frenarla?
Las drogas lícitas e ilícitas, la pérdida de los valores que se ha proliferado en todos los espacios y en la Cumbres nada se dice. En nuestras manos, como una sola mano en el mundo, está la solución, pues de lo contrario todos pereceremos por las mismas causas sin otra explicación.
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