sábado, 7 de agosto de 2010

LA PROTECCION AMBIENTAL

LA PROTECCION AMBIENTAL

Si somos vida, amor, tenemos el don de nacer, crecer y multiplicarnos, somos la esperanza, la paz, el crecimiento, el ancestro, la tradición, alegría, libertad y salvación, pero no somos capaces de proteger, cuidar, defender y salvar nuestra casa mayor “EL PLANETA TIERRA” .
Hay unos que dicen “salvemos la Sierra Nevada” acaso se salva cultivando árboles transgénicos modificados, resistentes maderables, los cuáles se llaman árboles “Termineitor y Frankestein” porque donde se instalan, terminan con la flora y la fauna autóctona de la región, absorbiendo todas las aguas del suelo y subsuelo ¿será eso salvar? Y las afluentes de agua y las nevadas ¿Qué? Si quisiéramos nuestro planeta tierra no permitiríamos esto, o lo que hacen otros seres inhumanos contra la naturaleza y sus recursos, que son el sustento de la vida; aire, agua, alimentos y suelos, bosques, flora y fauna, con el consentimiento de funcionarios y de recursos económicos, contra el planeta tierra y sus gobiernos. Vemos el caso de los productos importados mal llamados alimentos, las semillas de papás contaminadas, los desarrollos habitacionales, en lugares vulnerables la tala, la quema, contaminación del aire y el agua Dioses de la vida; el abandono al conuco la dependencia de la ciencia y la tecnología, como el cloruro de polivinilo y el concreto invasor.
Cuando los humanos cometen estos delitos no existen ni ley ni justicia para reprenderlos. Pero si cometen delitos contra los otros; si es castigado, ¿acaso las faltas contra la Pachamama no son colectivos destructores en masa? Y esos delitos desaparecen. En estos momentos de cambios climáticos, vemos como la naturaleza sin oír a dioses, gobiernos, dinero, lamentos, lagrimas y muerte, arrasan con todos, en todas partes y los organismos de protección, seguridad y defensa se ven espantados y nada pueden detener; pues la fuerza y la venganza de la naturaleza es indefinible.
Pero al pasar el temporal, el hombre vuelve a ser lo mismo, en el mismo sitio y a conveniencia. La naturaleza y la vida se nos mueren y tenemos un lugar digno para sepultarlas, porque todos los hemos contaminado y destruido.